Fumage es una técnica surrealista
inventada por Wolfgang Paalen en la que las impresiones están hechas por el
humo de una vela o de una lámpara de queroseno en un pedazo de papel o lienzo.
Más tarde fue empleado por Salvador Dalí, quien lo llamó “sfumato”.
Pintura con humo, más conocido
como “Fumage”, proporciona interesantes texturas y patrones. Puede servir como
un medio de comunicación independiente, o como un enfoque innovador para
aplicarlo en otros medios de comunicación.
No es una técnica extendida. Los
artistas que la practican con resultados profesionales se cuentan con los dedos
de las manos. Esto no es porque sea algo relativamente difícil. Creo que
simplemente es debido al miedo de trabajar con fuego y, posiblemente, por
alguna inseguridad causada por la idea de dominar algo tan etéreo como el humo.
Dibujar con humo presupone hasta
el cambio de la postura y un ejercicio físico. No es una técnica difícil, pero
si presenta dificultades, el hecho de que hay que dibujar con el cuerpo
vertical mirando hacia arriba, aunque esto puede funcionar positivamente, puede
llegar a corregir posturas a la hora de pintar, pero en un primer momento puede
ser una postura molesta. Las dificultades son considerables. No se puede
trabajar si hay una corriente de aire en el entorno. Es necesario estar
encerrado mientras se trabaja. Además, se necesita una construcción especial
para realizar los proyectos y, muchas veces, es aconsejable aguantar la
respiración para que no se mueva la llama y a consecuencia el humo, mientras se
intenta hacer algo detallado.
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