Los términos surrealismo y
surrealista proceden de Guillaume Apollinaire, quien los acuñó en 1917. En el
programa de mano que escribió para el musical Parade (mayo de 1917) afirma que
sus autores han conseguido: una alianza entre la pintura y la danza, entre las
artes plásticas y las miméticas, que es el heraldo de un arte más amplio aún
por venir. (...) Esta nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parade a una
especie de surrealismo, que consideró el punto de partida para toda una serie
de manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin
duda atraerá a nuestras mejores mentes. Podemos esperar que provoque cambios
profundos en nuestras artes y costumbres a través de la alegría universal, pues
es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso que
el progreso científico e industrial.
La palabra surrealista aparece en
el subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917,
para referirse a la reproducción creativa de un objeto, que lo transforma y
enriquece. Como escribe Apollinaire en el prefacio al drama:
Cuando el hombre quiso imitar la
acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo
ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario
no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.
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